LAS OVEJAS PERDIDAS DEL II domingo de cuaresma
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió
aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de
ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no
puede dejarlos ningún batanero del mundo.